martes, 23 de septiembre de 2008

El Clavel del Aire


El desarrollo de esta plaga comenzó a manifestarse hace más de 30 años como algo casi imperceptible, pero su desarrollo avanzó sin pausa, sin encontrar depredadores naturales ni preocupación de los habitantes ni autoridades.
En los últimos años el desarrollo de las colonias de Thillansia ha sido tal que la preocupación llegó a todos los niveles, inclusive a los gobiernos.
Esta epífita produce en las plantas hospedantes una lenta pero ininterrumpida necrosis de ramas y troncos por dos factores primarios: A) las colonias de Thillansia no permiten a la planta hospedante la formación de nuevas hojas en sus ramas, y B) El anclaje mecánico de la Thillansia estrangula en mayor o menor grado los Floemas impidiendo la libre circulación de la savia.
En el primer caso, la no formación de hojas produce una dificultad en el cumplimiento de procesos vitales como Fotosíntesis, respiración, transpiración, etc. Al disminuir estos procesos, los árboles detienen su crecimiento normal y la posibilidad de acumular reservas suficientes para soportar períodos críticos (sequía, calor, exceso de agua, etc.) quedando vulnerables a las enfermedades, roturas y hasta necrosis total en ejemplares débiles.
Además el clavel del aire puede absorber hasta tres veces su peso en agua, de manera que cuando llueve las ramas invadidas de colonias se sobrecargan con un peso superior al diseñado por la naturaleza para la especie, provocando roturas o malformaciones incorregibles, poblando de fantasmas nuestros parques!!!